¿Cuánto crecerá el 5G en Chile?
De acuerdo con IDC, se prevé que las conexiones 5G en todo el mundo (tanto las de consumo como las de IoT) crezcan a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 93,3% entre 2021 y 2025, alcanzando los 4.500 millones de dispositivos. En Chile, se espera que el ritmo de crecimiento del 5G sea similar al de la migración al 4G. En un período de seis años, el número de teléfonos 4G pasó del 21% del total de teléfonos en 2015, al 92% del total en 2021.
Dado que Chile ya tiene una de las tasas de penetración de teléfonos móviles más altas de América Latina, con un promedio de dos teléfonos por persona, es poco probable que el número total de teléfonos siga creciendo; y aunque la gente se cambiará a teléfonos 5G, se espera que el mayor crecimiento provenga de la demanda de IoT industrial. Por ello, en IDC pronosticamos que este mercado crezca a un CAGR del 23% en términos de conectividad y del 26,5% en software de 2021 a 2025.
Para que el consumidor adopte la tecnología 5G, la promesa de velocidades simplemente más rápidas puede no ser suficiente. Los primeros teléfonos 5G tendrán un costo elevado, por lo que los operadores tendrán que subvencionar el costo con planes de telefonía móvil, como han hecho en el pasado, además de que la llegada de opciones chinas más baratas ayudará a impulsar la adopción. Aunque también tendrán que ofrecer algún valor añadido, tal vez formando asociaciones con nuevas aplicaciones de moda que sean atractivas para los usuarios.
Usos del 5G
La principal ventaja del 5G es la menor latencia, o la mayor velocidad de respuesta de la red. A corto plazo, en IDC esperamos que el 5G se utilice inicialmente para la supervisión de vehículos, la agricultura inteligente y la supervisión de la seguridad, así como para la transmisión de vídeo 4K y 8K y videojuegos. A mediano plazo, veremos la evolución de los vehículos autónomos, sobre todo en el sector minero, la automatización industrial y la gestión del tráfico en tiempo real. Mientras que a largo plazo, podremos avanzar hacia las cirugías médicas a distancia, la robótica avanzada y el transporte público autodirigido. Las empresas que sean las primeras en adoptar esta tecnología obtendrán una ventaja competitiva en el mercado. La industria minera ha sido una de las primeras en actuar en este sentido, ya que ha realizado pruebas piloto, principalmente por razones de seguridad, para manejar maquinaria a distancia en sus operaciones y alejar a los trabajadores de entornos peligrosos. Por otra parte, con un mayor número de personas que realizan teletrabajo desde el inicio de la pandemia, a menudo en zonas remotas que quedan fuera de la cobertura de las redes de fibra óptica, el 5G será una opción atractiva.
La llegada del 5G también facilitará e impulsará el crecimiento de otras tecnologías como la computación en la nube, la Inteligencia Artificial, el Big Data, la analítica y la seguridad. Con más personas trabajando a distancia, las redes empresariales se exponen a ciberamenazas, por lo que se tendrán que ampliar los perímetros de seguridad para proteger a estos usuarios.
Desafíos Futuros
Entonces, ¿cuáles son los desafíos futuros? En primer lugar, es asegurarse de que el despliegue del 5G continúe según lo previsto durante los próximos tres años. El 5G es complementario a las redes de fibra óptica y ayudará a acelerar la expansión del programa nacional de fibra óptica. En segundo lugar, la adopción por parte de los sectores público y privado generará un círculo virtuoso de ideas para nuevos usos industriales y de consumo. En tercer lugar, a medida que más industrias adopten el 5G, se generarán más datos que serán procesados por hiper escaladores que tienen enormes centros de datos en el país. Al final, todo el ecosistema crecerá con la convergencia de varias tecnologías: IoT, computación en la nube, seguridad, conectividad, IA y Big Data. Y sin duda, el 5G traerá una nueva y ultra rápida autopista, pero al final, nos toca decidir a nosotros qué haremos con ella.Por: José Ángel Castro Texto recuperado el 24 de marzo del 2022 de america-retail.com




Cada uno de estos dispositivos será desconocido para el equipo de TI y, como tal, podría proporcionar un vector a través del cual el malware puede ingresar a la red doméstica de un empleado y luego moverse lateralmente para infectar también la red corporativa. Dado que las empresas no pueden hacer cumplir fácilmente las políticas de seguridad corporativas en los dispositivos que se encuentran fuera de su infraestructura, esto abre las compuertas y aumenta el riesgo de que las empresas sufran ataques como el phishing y el malware.
Además, muchos empleados son naturalmente menos reacios al riesgo en sus entornos domésticos. De buena gana usarán sus dispositivos de trabajo para participar en comportamientos que podrían pensar dos veces en la oficina, como navegar por las redes sociales, comprar o transmitir servicios de entretenimiento. Es posible que no se den cuenta de que este uso de conexiones Wi-Fi inseguras, aplicaciones no autorizadas y navegadores con complementos inseguros tiene el potencial de comprometer toda la red empresarial.
Muchas empresas no se apresuran a regresar a la oficina, de hecho,
Con DNS, DHCP e IPAM, las empresas pueden abordar muchos de los desafíos de IoT que acompañan a nuestro panorama actual de trabajo remoto. Estas tecnologías, pues pueden identificar amenazas en las primeras etapas, identificar máquinas comprometidas y correlacionar eventos dispares relacionados con el mismo dispositivo.
Al proporcionar una vista actualizada de todos los dispositivos conectados a una red, independientemente de la ubicación, disminuyen parte de la tensión que soportan los profesionales de TI. Y ayudar a los equipos a automatizar el aprovisionamiento de servicios de seguridad en puntos finales remotos, lo que elimina la necesidad de enviar dispositivos de un lado a otro para parches en el sitio y permite a las organizaciones proteger a los usuarios que trabajan desde casa.
A medida que las empresas de todas las formas y tamaños se vuelven cada vez más remotas y sin fronteras, la amenaza de IoT nunca ha sido más real. Defenderse desde el borde de la red debe ser una prioridad para todos los equipos de seguridad que avanzan. El uso de servicios DNS, DHCP e IPAM dará a las organizaciones la ventaja protegiendo sus redes y a sus empleados, sin importar desde dónde estén basados.


