

Por: Jessica Alonso Herrera
Por: Jessica Alonso Herrera
La cuarta revolución industrial, también llamada Industria 4.0, se refiere al a la nueva evolución de la industria de manufactura. Si consideramos que la primera revolución industrial inicia con el telar mecánico y llega hasta la automatización (en gran medida con Controladores Lógicos Programables "PLCs"), la cuarta revolución se dirige al desarrollo de los Sistemas Inteligentes de Manufactura.
La cuarta revolución industrial se gesta dentro de la ola de la sociedad de la información y la economía del conocimiento. Cobra vida gracias al advenimiento de ciertas tecnologías y modelos de transferencia de conocimiento, principalmente de fuentes abiertas, que permiten la creación de ecosistemas de innovación acelerada, en gran medida de bajo costo, y que impactan directamente a la industria de transformación, y a la de tecnologías de información.
El movimiento de la cuarta revolución industrial es un concepto que también se identifica como Industrial Internet, Industria inteligente, Fabricas del futuro, Sistemas Inteligentes de Manufactura, Industria digital, entre otros.
Una tendencia de la visión de Industria 4.0 es la inter-conexión entre máquinas y sistemas de información de la línea de producción de una empresa, como con maquinas del exterior, creando fluidos de información en diferentes vías como (cliente - linea de producción - proveeduría -competidores).
Las tecnologías más representativas que detonan a la Industria 4.0 son Internet de las cosas, cloud computing, ciberseguridad, sensores digitales, impresión 3d, nanotecnología, vehículos autónomos, manufactura aditiva, producción en masa a la medida, energía verde, en síntesis, sistemas ciber-físicos de producción.
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Industria 4.0 es un cambio de paradigma global, el cual brinda grandes oportunidades económicas para la industria de un país. Las industrias que se suban a este gran movimiento tendrán mayores posibilidades de sumarse a las cadenas globales de valor, que hoy por hoy demandan innovación y tecnología en los procesos productivos de las empresas que los integran.
Como ejemplo, podremos ver empresas que brindan a sus clientes el seguimiento de la producción a la medida desde un App, sensores conectados a la linea de producción que miden en tiempo real y a distancia lo que sucede en dicha línea, procesos de producción que se auto corrigen con base en lo que se esta censando en el momento (eliminación de fallas y mermas), inventarios de proveedores conectados con requerimientos de producción bajo demanda del cliente en tiempo real, piezas u objetos que en si mismos portan información sobre su estado en la línea de producción, así como la trazabilidad de dicho producto, por mencionar algunos.
Industria 4.0 es un cambio de paradigma global, el cual brinda grandes oportunidades económicas para la industria de un país. Las industrias que se suban a este gran movimiento tendrán mayores posibilidades de sumarse a las cadenas globales de valor, que hoy por hoy demandan innovación y tecnología en los procesos productivos de las empresas que los integran.
Como ejemplo, podremos ver empresas que brindan a sus clientes el seguimiento de la producción a la medida desde un App, sensores conectados a la linea de producción que miden en tiempo real y a distancia lo que sucede en dicha línea, procesos de producción que se auto corrigen con base en lo que se esta censando en el momento (eliminación de fallas y mermas), inventarios de proveedores conectados con requerimientos de producción bajo demanda del cliente en tiempo real, piezas u objetos que en si mismos portan información sobre su estado en la línea de producción, así como la trazabilidad de dicho producto, por mencionar algunos.
Las empresas grandes cada vez son más competitivas acelerando la velocidad gracias a su accionar como industrias de manufactura inteligente. En el sentido opuesto, las empresas Pymes corren el riesgo de perder competitividad en el corto y mediano plazo. El tiempo es un factor clave en la aceleración de innovación en las Pymes industriales de nuestro país y su inserción de Industria 4.0;
La transformación de las competencias de la industria dependerá de los esfuerzos que realicemos desde la visión de triple hélice. Las empresas transnacionales ya lo están haciendo, el reto esta en las empresas de la industria nacional, en su mayoría Pymes. El nivel de vinculación Industria-Academia para generar innovación y desarrollo es clave, sin embargo, la visión de la política pública al respecto es un componente que puede hacer la diferencia para el corto y mediano plazo en la industria nacional. Sin lugar a dudas, las Pymes requieren del impulso asertivo desde las instituciones públicas para entrar en el mundo de Industria 4.0, en caso contrario, el riesgo es la pérdida de mercado como consecuencia de la baja competitividad de estas.
En cuanto a mercado, es de suma importancia mitigar el riesgo de desatender el mercado interno y la no inserción de la industria nacional en las cadenas de mayor valor; de ser así, con respecto a la industria de tecnologías de información, se abre un escenario rico para crear habilitadores que den mayor eficiencia y competitividad con innovación para atender el mercado global y por ende, el interno.
Esta revolución es un cambio de paradigma global que tocará casi a todos los sectores industriales existentes. Encontramos nuevos modelos de negocio así como tecnologías, desde el sector médico, el automotriz y aeronáutico, hasta la resolución de problemáticas sociales con Industria Agro-alimentaria.
El gran reto que puede ser abordado con Industria 4.0 es la evolución de los modelos de producción de la industria de manufactura actual a sistemas flexibles, cambiando el paradigma de sistemas jerárquicos dirigidos por los grandes manufactureros de equipo original (driver-OEM) generadores de riqueza para oligopsonios, por no jerárquicos (driver-Industria) generadores de riqueza en la industria nacional.
La riqueza que generará la Industria 4.0 se centrará, como base, en la innovación y los servicios para generar alto valor en la cadena, muy por encima de la manufactura de bienes estandarizados (commodities).
En otro sentido, el ecosistema de Industria 4.0 generará tendencia a modelos productivos centrados en el cliente. Estos modelos van desde ideologías como “Hágalo usted mismo”, hasta modelos tipo “Prosumer” en donde los clientes o consumidores en algún momento del proceso toman el rol de productores.
Una de las perspectivas que se ha abordado en los foros mundiales de Industria 4.0 es la forma en que evolucionará el rol del ser humano en las fábricas inteligentes y en el entorno de la automatización de la industria. Cada vez más los empleos de tipo “mente-factura” serán requeridos, lo anterior conlleva a uno de los retos más importantes a superar: las competencias del individuo, la capacitación y la transferencia de conocimiento en el nuevo entorno económico-industrial. Esta revolución no es una sustitución de seres humanos por maquinas. Es una revolución que implica una gran variedad de áreas de conocimiento que están en constante cambio. Desde mi perspectiva, aquellas empresas que inicien su proceso de evolución, la única forma exitosa de hacerlo es junto con sus colaboradores y empleados. El desempleo se dará como consecuencia de la perdida de competitividad de las empresas que no evolucionen.
Esta revolución implica que para el bien del país, la industria y la academia debemos colaborar muy de cerca. Los modelos de educación dual serán un pilar valioso para la vinculación, sin embargo, no es suficiente. El sector educativo debe generar planes de estudio en función de la proyectiva tecnológica, así como de las necesidades industriales y de mercado. Dichos modelos deben ser sumamente dinámicos y que generen innovación aplicada y transferida de forma eficaz a la industria.
Esta revolución es parte de la revolución de la economía del conocimiento, en ese sentido es como nos beneficiaremos o no. Los principales obstáculos para la industria son la falta de vinculación con la academia, los centros de investigación y desarrollo, y el gobierno, así como el desconocimiento de las posibilidades que brinda el ecosistema de industria 4.0 en las empresas. El costo-país de no entrar a industria 4.0 es la baja atracción para la inversión de capital. El reto es invertir la ecuación anterior.
Si, en definitiva, esta revolución esta iniciando, y la oportunidad es para todos. La pregunta es ¿qué tan rápido nos subiremos como país?, ¿con qué políticas y programas el gobierno instrumentará la estrategia y como apoyará a la industria?. Actualmente existen programas de I+D de instituciones como Conacyt y Secretaría de Economía que pueden ser habilitadores de Industria 4.0, sin embargo, otras instancias como SAGARPA, SCT y SENER también podrían habilitar programas para cubrir sus objetivos con esta visión de innovación pragmática.
La energía verde y la auto-sustentabilidad son pilares de la visión del ecosistema de Industria 4.0. Cuando hablamos de Internet of Everything no podemos dejar de pensar en la energía que ocupa cualquier dispositivo, desde un sensor, hasta los servidores en la nube que no pueden ser desconectados ni una fracción de segundo. Hablamos de almacenamiento, costos y eficiencia energética, y por supuesto en los impactos que tiene el medio ambiente. El futuro y la industria estarán cada vez más vinculados a la visión verde de nuestro planeta.