Samsung Innovation Campus (SIC) llega a nuestro país con el objetivo de brindar a los jóvenes conocimientos académicos.









"La iniciativa de Samsung está presenta en distintas partes del mundo, en México hemos buscado hacer alianzas con una de la universidades más reconocidas en el país y con Código IoT con el fin de incentivar el interés en tecnologías nuevas, pues sabemos que al capacitar y educar se puede innovar”, precisó a Expansión, Daniel Antonio Pérez, director de Asuntos Externos.
SIC forma parte del esfuerzo de Samsung por apoyar en el desarrollo de las nuevas generaciones, ya sea difundiendo conocimiento en instituciones y museos, como se realizó con el programa “Construyendo alianzas, inspirando cultura”, o animando a jóvenes a solucionar problemas de su comunidad a través de la tecnología, como en el caso de “Soluciones para el futuro”.


Texto recuperado el 27 de Julio 2021 de news.samsung.com

“Ese valor añadido supone disponer de información, por ejemplo, en el aspecto energético, al tener los datos en tiempo real para consumir mejor y para tener eficiencia operativa”. Pero también supone ventajas para los usuarios particulares. “Un viajero que llega a una estación puede poseer información integrada y eso incluye aspectos como la temperatura del lugar de su destino o las bolsas de taxis que hay disponibles en la estación de llegada”, explica.Carlos Prieto, director comercial y de desarrollo de negocio de la empresa tecnológica Libelium, ejemplifica lo que representa el IoT en la mejora “de lo que ya tenemos”. Según Prieto, “una máquina dotada con un dispositivo IoT que debe distribuir un determinado producto sabe la cantidad exacta del mismo que hay que utilizar. El proceso de la maquinaria es el mismo pero así se ahorran costes y se gana eficiencia”.
En el mundo de la construcción, Félix Tejada, director del Acelerador Digital de Typsa, manifiesta lo que supone la nueva tecnología para su sector: “No trabajar inútilmente”. “En un proyecto básico es frecuente que al construirse, venga después el operador y empiece desde el principio. Con los sensores IoT no se trabaja dos veces, se aprovecha el trabajo anterior y, en consecuencia, hay menos costes”, declara.
Un capítulo muy destacado es el de la seguridad. García Espinel, de Prosegur, utiliza un símil: “Antes las empresas, para evitar ciberataques, construían castillos fortificados para la defensa para evitar que nadie entrara, ahora la ciberseguridad se parece más a un aeropuerto, donde tienes que implantar las medidas necesarias para permitir que los pasajeros entren y salgan, pero siempre consiguiendo un entorno seguro".La seguridad tiene que evolucionar todos los días y es un campo “en el que queda mucho por hacer” asegura González Barbosa. Un problema que añade el directivo de Prosegur en este sentido es el gran cuidado que hay que tener “para no vulnerar la privacidad y ser responsable con el uso de la inteligencia artificial”. La irrupción de estas tecnologías supone todo un cambio cultural. Carlos Prieto, de Libelium, afirma que “hay que cambiar la mentalidad. Esta tecnología afecta a todos los departamentos de las empresas, no solo a los técnicos”.
Para Moretá, de Exolum, el IoT “puede plantear escenarios que no se dan ahora mismo”, y pone como ejemplo la posibilidad, ya próxima, de contar con representaciones digitales o gemelos digitales con toda la información para probar medicamentos.
Uno de los problemas que surgen en la actualidad con el IoT es hacer entender a los responsables de las empresas qué tecnología necesitan y qué tienen que adquirir para su negocio. “El 60% de las pruebas de concepto fallan porque, al llegar el proveedor a la posible empresa compradora, solo se habla de tecnología, no de cuál le conviene a esta”, asegura el directivo de Libelium.
El director del Acelerador Digital de Typsa señala que “la clave será cómo acceder a la información y las decisiones que se tomen llegarán gracias a la vista, a las manos libres”. En todo caso, “el proceso de solucionar cosas vendrá de forma natural”, opina González Barbosa, mientras que para Prieto “la tecnología nos ha ayudado siempre a mejorar. El IoT mejora los procesos y los recursos, vamos por el buen camino”.Una cuestión clave respecto a la implantación del internet de las cosas es si las infraestructuras existentes son suficientes y pueden aguantar la demanda. Para el representante de Libelium, “desde luego que sí, hoy por hoy aguantan”. Su opinión está basada en que tecnologías complejas como el 5G “para la mayoría de las cosas ahora no hacen falta, aunque nos dé respuestas rápidas y aunque contenga mucha información”. El responsable de transformación digital de Adif confirma que, en lo que respecta a las infraestructuras, “no hay un problema tecnológico”. Lo que sí sigue siendo interesante “es cómo se gestiona todo lo que hay”. En Prosegur, “la pieza clave son los centros de control desde donde se monitorizan todos los sensores de manera remota”. Y Moretá, de Exolum, concluye que hoy se puede contar con múltiples dispositivos, “se pueden fabricar hasta microsatélites a precios ridículos. La tecnología está ahí, otra cosa es que las empresas la utilicen”. En general, la visión de futuro es optimista. “Esta tecnología va a ayudar a que el mundo sea mucho más sostenible”, enfatiza Prieto. Mientras Moretá añade que el IoT es una tecnología “muy buena por sí misma” y mejor “si se marida y combina contras tecnologías” y González Barbosa ve en ella “más eficiencia operativa en beneficio de nuestros clientes”.
Texto recuperado el 15 de febrero del 2022 de incodias.elpais.com

Cada uno de estos dispositivos será desconocido para el equipo de TI y, como tal, podría proporcionar un vector a través del cual el malware puede ingresar a la red doméstica de un empleado y luego moverse lateralmente para infectar también la red corporativa. Dado que las empresas no pueden hacer cumplir fácilmente las políticas de seguridad corporativas en los dispositivos que se encuentran fuera de su infraestructura, esto abre las compuertas y aumenta el riesgo de que las empresas sufran ataques como el phishing y el malware.
Además, muchos empleados son naturalmente menos reacios al riesgo en sus entornos domésticos. De buena gana usarán sus dispositivos de trabajo para participar en comportamientos que podrían pensar dos veces en la oficina, como navegar por las redes sociales, comprar o transmitir servicios de entretenimiento. Es posible que no se den cuenta de que este uso de conexiones Wi-Fi inseguras, aplicaciones no autorizadas y navegadores con complementos inseguros tiene el potencial de comprometer toda la red empresarial.
Muchas empresas no se apresuran a regresar a la oficina, de hecho, 58% de los empleados en México trabajará bajo un modelo híbrido después de la pandemia. Con alguna forma de trabajo remoto aquí para quedarse y los dispositivos de IoT listos para continuar proliferando en el futuro (las estimaciones más recientes proyectan que habrá más de 21.5 mil millones de dispositivos de IoT para 2025), si no se abordan estos problemas de seguridad ahora, podría significar un desastre a largo plazo.
Obtener la ventaja
Una de las formas más poderosas en que los equipos de TI pueden proteger su red contra las amenazas de IoT en la sombra es aumentando la visibilidad. Aquí es donde el seguimiento de DNS (sistema de nombres de dominio) puede ayudar. Como uno de los primeros servicios que utilizan los dispositivos cuando se conectan a una red, el DNS sabe exactamente lo que hace cada dispositivo de IoT y proporciona un punto de vista de toda la organización a través de un grupo masivo de datos forenses. No depende de que un dispositivo esté autorizado o sea conocido por TI. En cambio, DNS simplemente necesita un dispositivo para acceder a Internet.
Con DNS, DHCP e IPAM, las empresas pueden abordar muchos de los desafíos de IoT que acompañan a nuestro panorama actual de trabajo remoto. Estas tecnologías, pues pueden identificar amenazas en las primeras etapas, identificar máquinas comprometidas y correlacionar eventos dispares relacionados con el mismo dispositivo.
Al proporcionar una vista actualizada de todos los dispositivos conectados a una red, independientemente de la ubicación, disminuyen parte de la tensión que soportan los profesionales de TI. Y ayudar a los equipos a automatizar el aprovisionamiento de servicios de seguridad en puntos finales remotos, lo que elimina la necesidad de enviar dispositivos de un lado a otro para parches en el sitio y permite a las organizaciones proteger a los usuarios que trabajan desde casa.
A medida que las empresas de todas las formas y tamaños se vuelven cada vez más remotas y sin fronteras, la amenaza de IoT nunca ha sido más real. Defenderse desde el borde de la red debe ser una prioridad para todos los equipos de seguridad que avanzan. El uso de servicios DNS, DHCP e IPAM dará a las organizaciones la ventaja protegiendo sus redes y a sus empleados, sin importar desde dónde estén basados.
Por: Iván Sánchez Texto recuperado el 15 de febrero del 2022 de prensariotila.com